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Mostrando entradas de julio, 2012

*Desagüe.

Tantas expectativas, ilusiones y esperanzas lanzadas al desagüe de mi garganta que se ahogan con los gritos no expresados de mi voz, y las lágrimas no lloradas que me queman en lo más profundo del alma. Empujadas a través de ese sombrío túnel por medio de la frustración, la rabia y la desilusión de todo aquello que no volverá a ser y de aquello que nunca fue...

*Una vez más...

Y aquí me encuentro una vez más frente a este mar que sigue siendo mi compañero más fiel para estas noches solitarias. Él que es el único que permanece en su lugar, el único al que encontraré siempre porque nunca abandona su puesto. Él, el único al que puedo recurrir sin importar la hora ni el momento. Él que con su vaivén -a veces calmo, a veces agitado- ahoga con el sonido de su oleaje el eco que forman mis lágrimas al caer. Lágrimas que caen para intentar consolar a este corazón al que han partido de nuevo en miles de pedazos. Pedazos irregulares y cortantes que ya habían sido remendados antes, y a los que les costará un mundo tomar de nuevo la forma original de este ahora maltrecho corazón...

*Alguien me dijo una vez...

Alguien me dijo una vez " no esperes nada de nadie, ni siquiera de m í " . Me dijo que no podía esperar nada de nadie porque a la hora de la verdad cada cual hace lo que más le conviene. En aquel momento pensé que se equivocaba, que no podía pensar así de todo el mundo, que no se podía generalizar.  Pues bien, a día de hoy me retracto de mis pensamientos y le doy la razón. Puede que ese haya sido el mejor consejo que me han dado nunca, pero no lo he querido dar por cierto, no hasta hoy. No quise hacerlo porque soy una persona confiada. Sí, me gusta confiar en la gente, en sus buenas intenciones, en sus buenas maneras y en su transparencia, pero ¿qué pasa cuando pecas de confiada? Pues que te la meten doblada . El problema está en que, aun así, vuelves a dar un voto de confianza porque quieres que las cosas vayan bien y porque crees que de verdad pueden ir bien, pero ellos van y vuelven a jugártela.  Aunque ese no es el mayor de los problemas, el mayor de los problemas se