Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como lágrimas

*Desagüe.

Tantas expectativas, ilusiones y esperanzas lanzadas al desagüe de mi garganta que se ahogan con los gritos no expresados de mi voz, y las lágrimas no lloradas que me queman en lo más profundo del alma. Empujadas a través de ese sombrío túnel por medio de la frustración, la rabia y la desilusión de todo aquello que no volverá a ser y de aquello que nunca fue...

*Una vez más...

Y aquí me encuentro una vez más frente a este mar que sigue siendo mi compañero más fiel para estas noches solitarias. Él que es el único que permanece en su lugar, el único al que encontraré siempre porque nunca abandona su puesto. Él, el único al que puedo recurrir sin importar la hora ni el momento. Él que con su vaivén -a veces calmo, a veces agitado- ahoga con el sonido de su oleaje el eco que forman mis lágrimas al caer. Lágrimas que caen para intentar consolar a este corazón al que han partido de nuevo en miles de pedazos. Pedazos irregulares y cortantes que ya habían sido remendados antes, y a los que les costará un mundo tomar de nuevo la forma original de este ahora maltrecho corazón...

*¿Iguales? Lo dudo mucho.

Nunca me había dolido tanto que me compararan con alguien a quien ni siquiera conozco, y mucho menos el que me dijeran las palabras "son iguales", palabras que sé, con absoluta certeza, que no son ciertas. De haberme hallado bajo la luz de los focos, ese dolor habría sido claramente palpable en mi mirada. No habría sido capaz de esconderlo, me encontré totalmente desarmada y desprovista de todo disimulo en esos momentos.  Mis nervios me fallaron. Aguanté las lágrimas, pero algunas rebeldes afloraron a pesar de mi resistencia, no recuerdo si lo hicieron en ese preciso instante, creo que supe guardarlas durante un rato, pero escaparon más adelante en contra de mi voluntad. Y también lo hicieron después, en varias ocasiones, hasta que llegó el momento en el que ella secó la última de mis lágrimas -de esa noche, al menos.  Desde ese instante, empecé a actuar como si nada pasara durante el resto de nuestro encuentro, que duró hasta el beso de la despe...

Tu ausencia ~

Bajo este manto nocturno disfruto en soledad del dulce ronroneo del mar. Las olas murmuran, hartas de tu ausencia, que vuelvas. Susurran tu nombre en cada uno de los gritos ahogados a su encuentro con la arena, donde se pierden mezclándose con las gotas de agua que se calan entre la arenisca. Condenadas a sumirse en su propio olvido...  Alcanzo con mis pies los vestigios de su llamada, esa que no logra hacerse oír en el horizonte en el que te encuentras. Y abrazando entre mis dedos el llanto perdido de aquel mar que te aguarda impaciente, dejo que mis lágrimas se reúnan con las suyas a la espera de tu regreso.