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Mostrando las entradas etiquetadas como corazón

*And you let her go...

"But dreams come slow and they go so fast" "Cause love comes slow and it goes so fast" *** "Well, you see her when you fall asleep but never to touch and never to keep cause you loved her too much and you dived too deep" Aun sabiendo -de alguna manera- que tarde o temprano iba a acabar sufriendo por ella, preferí correr el riesgo, pues, sin duda, ha valido más la pena el tiempo vivido junto a ella que el que jamás llegamos a compartir. El porqué es muy sencillo, hay una larga lista de cosas irreemplazables e irrepetibles que hacen que esto que digo tenga absoluto sentido: miradas, sonrisas, gestos, besos, caricias, mordiscos, arañazos, movimientos involuntarios, sonrojos, lágrimas, risas, cabellos, manos, cinturas, caderas, bocas, pechos, piernas, dedos, uñas, cuellos, caras, pies, traseros, orejas, brazos, lenguas, vientres, ombligos, hoyuelos, hombros, espaldas, desnudos, cuerpos, corazones, abrazos, susurros, gemidos, latidos, fluid...

*Una vez más...

Y aquí me encuentro una vez más frente a este mar que sigue siendo mi compañero más fiel para estas noches solitarias. Él que es el único que permanece en su lugar, el único al que encontraré siempre porque nunca abandona su puesto. Él, el único al que puedo recurrir sin importar la hora ni el momento. Él que con su vaivén -a veces calmo, a veces agitado- ahoga con el sonido de su oleaje el eco que forman mis lágrimas al caer. Lágrimas que caen para intentar consolar a este corazón al que han partido de nuevo en miles de pedazos. Pedazos irregulares y cortantes que ya habían sido remendados antes, y a los que les costará un mundo tomar de nuevo la forma original de este ahora maltrecho corazón...

*Esos momentos

Esos momentos en los que un beso, una caricia o una mirada tuya hace que los nervios alojados en mi estómago estallen en cientos de mariposas volando por todo mi cuerpo, haciendo que cada uno de mis vellos se erice; que mi corazón explote en un sinfín de acelerados latidos de manera que parezca que va a salir despedido de mi pecho; que mi mente no pueda pensar nada más que en ti.  Esos momentos en los que el resto de la gente y de las cosas que nos rodean desaparecen por completo para dar paso a un "tú y yo", a un "nosotras"; momentos en los que el tiempo se detiene y en los que nada más existe. Sí, esos momentos que experimento todas y cada una de las veces que estoy contigo. Momentos que no cambiaría por nada porque son los que hacen del "nosotras" lo que es: algo especial.