Ir al contenido principal

Tengo ganas ~


* Tengo ganas de tus caricias, de tus besos, de tus miradas cómplices y de tus sonrisas juguetonas.
Tengo ganas de tu sabor, de tu olor; de tu risa, de tu voz.
Tengo ganas de buscarte, de que me busques y de encontrarnos.
Tengo ganas de que me provoques y de provocarte.
Tengo ganas de que mi lengua se divierta con la tuya.
Tengo ganas de tu tacto sobre mi piel y del mío sobre la tuya.
Tengo ganas de tu pelo, de tus manos, de tus labios, de tu boca.
* Tengo ganas de desnudarte, de morderte, de lamerte, de acariciarte.
Tengo ganas de tu cuerpo, de perderme en tu vientre y en los recovecos de tu figura.
Tengo ganas de que juguemos bajo las sábanas.
Tengo ganas de tus locuras y de que me vuelvas loca.
Tengo ganas de hacer todo esto esta noche. Y también la siguiente, y la siguiente... Y todas las que vengan detrás.
Y tengo ganas de dejar de imaginarlo y empezar a experimentarlo.

En definitiva, tengo ganas de ti

Comentarios

Entradas populares de este blog

Monotonía

Muchas veces confundimos el término "rutina" con el de "monotonía", y es algo que no deberíamos hacer nunca. Cuando creas que en tu vida no existe más que una amarga monotonía, piensa que en realidad eso no es cierto, en su lugar se encuentra una falsa sensación de monotonía. Te diré por qué: Esto es lo que aparece en la página de la R.A.E cuando tecleas la palabra "rutina": (Del fr. routine , de route , ruta) 1. f. Costumbre inveterada, hábito adquirido de hacer cosas por mera práctica y sin razonarlas. 2. f. Inform . Secuencia invariable de instrucciones que forma parte de un programa y se puede utilizar repetidamente. Y esto cuando buscas "monotonía": (Del gr. monotonia). 1.  f. Uniformidad, igualdad de tono en quien habla, en la voz, en la música, etc. 2. f. Falta de variedad en cualquier cosa. La rutina es solo la realización de ciertas costumbres a las que estamos ligados pero que bien pueden ser alteradas y modificadas si nos...

Relatos cortos...√

Que de la longitud no depende la valía de un relato lo sabemos bien. Que nuestro relato lleva escritas apenas unas pocas líneas, también. Que del futuro no sabemos nada estamos seguras, pero lo que sí sé yo es que quiero caminar a tu lado convirtiendo este pequeño relato en una novela de cientos -o miles- de páginas; páginas que iremos escribiendo con cada paso que demos, porque quiero descubrir qué me depara esta historia que, hasta ahora, no ha dejado de emocionarme.