Ir al contenido principal

Monotonía

Muchas veces confundimos el término "rutina" con el de "monotonía", y es algo que no deberíamos hacer nunca. Cuando creas que en tu vida no existe más que una amarga monotonía, piensa que en realidad eso no es cierto, en su lugar se encuentra una falsa sensación de monotonía. Te diré por qué:

Esto es lo que aparece en la página de la R.A.E cuando tecleas la palabra "rutina":
(Del fr. routine, de route, ruta)
1. f. Costumbre inveterada, hábito adquirido de hacer cosas por mera práctica y sin razonarlas.
2. f. Inform. Secuencia invariable de instrucciones que forma parte de un programa y se puede utilizar repetidamente.


Y esto cuando buscas "monotonía":
(Del gr. monotonia).
1.  f. Uniformidad, igualdad de tono en quien habla, en la voz, en la música, etc.
2. f. Falta de variedad en cualquier cosa.


La rutina es solo la realización de ciertas costumbres a las que estamos ligados pero que bien pueden ser alteradas y modificadas si nosotros lo deseamos; no son nada fijo ni estático, aunque la mayoría de las veces forman parte de quienes somos. La monotonía, como bien dice la R.A.E., posee uniformidad que es lo que podemos llegar a confundir con la carencia de variedad. Bien, ahora reflexiona y dime si alguna vez has tenido un día que haya sido exactamente igual a otro. Los mismos pájaros cantando en la misma rama del mismo árbol, los mismos coches rugiendo a su paso por las mismas calles, las mismas personas pasando por exactamente el mismo sitio que ese otro día; con las mismas nubes nadando en el océano del cielo y con el mismo viento soplando y yendo en una dirección igual a la de ese otro día.
Las mismas llamadas de teléfono, las mismas conversaciones con las mismas personas llevando la misma ropa y comiendo, bebiendo y comportándose de la misma manera con respecto a la vez anterior. ¿Acaso has tenido todo eso repetido un día tras otro, tras otro y tras otro? No lo creo, al igual que yo tampoco he vivido algo así porque, simplemente, cada día es diferente al día anterior.

Así que podríamos decir que la monotonía no es más que una sensación que "padeces" cuando sientes que no ocurre ningún cambio sustancial en tu vida durante un día a día constante. Seguramente esto solo te pasa cuando estás en un momento de tu vida en el que no sientes la felicidad que querrías sentir, en esos momentos en los que te paras a reflexionar sobre lo que quieres que suceda y no sucede, en los que buscas respuestas que no encuentras por ninguna parte.

Tranquilo, ese sentimiento es pasajero, no durará para siempre. Basta con que empieces a ver cada momento que vivas con el pensamiento de que no vas a volver a vivirlo nunca. Piénsalo, sabes que es verdad, nunca recuperarás los minutos ya pasados, así que aprovecha que sabes esto y no desperdicies esos momentos irrepetibles con pensamientos negativos y aférrate al famoso carpe diem tanto como puedas. Adáptalo a tu vida y verás que mientras mayor sea tu sentimiento de "hoy va a ser un buen día" y la sensación al final del día de "he hecho todo lo que he podido para que hoy resulte mejor que ayer", mayor será la satisfacción personal que sentirás al volver la cabeza hacia atrás y darte cuenta de que tú lo has hecho lo mejor posible y, por lo tanto, no podrás arrepentirte de no haber intentado aprovechar tu vida al máximo. ;)

"In every life we have some trouble.
When you worry you make it double.
Don't worry, be happy"

Comentarios

  1. Respuestas
    1. No le puedo dar a me gusta xD?
      Soy Yoli, es que como no tengo blog... Pues eso, te pongo que soy la más anónima del mundo xDDDD

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Relatos cortos...√

Que de la longitud no depende la valía de un relato lo sabemos bien. Que nuestro relato lleva escritas apenas unas pocas líneas, también. Que del futuro no sabemos nada estamos seguras, pero lo que sí sé yo es que quiero caminar a tu lado convirtiendo este pequeño relato en una novela de cientos -o miles- de páginas; páginas que iremos escribiendo con cada paso que demos, porque quiero descubrir qué me depara esta historia que, hasta ahora, no ha dejado de emocionarme.

Mi bailarina de emociones...√

Y de pronto me hallo pensándote sin saber siquiera que te encontrabas danzando por aquí, por mi cabeza; sin saberte la bailarina protagonista del escenario de mi memoria, aquella en la que sigilosamente has creado un refugio que crece más y más, y que va proyectando tu imagen a su antojo. Te has convertido en esa hermosa bailarina de emociones que aparece y desaparece intermitentemente llevándose todos mis pensamientos para llenarlos de ti. Y entonces, al pensarte, te recuerdo. Te recuerdo y vuelvo a sentirte. Vuelvo a tocarte. Vuelvo a besarte y a acariciarte. Vuelvo a sentir mariposas flotando en mis entrañas. Y ahí aparece de nuevo el ansia por verte; el echarte de menos; el anhelar tus labios y el calor de tu presencia.

*¿Iguales? Lo dudo mucho.

Nunca me había dolido tanto que me compararan con alguien a quien ni siquiera conozco, y mucho menos el que me dijeran las palabras "son iguales", palabras que sé, con absoluta certeza, que no son ciertas. De haberme hallado bajo la luz de los focos, ese dolor habría sido claramente palpable en mi mirada. No habría sido capaz de esconderlo, me encontré totalmente desarmada y desprovista de todo disimulo en esos momentos.  Mis nervios me fallaron. Aguanté las lágrimas, pero algunas rebeldes afloraron a pesar de mi resistencia, no recuerdo si lo hicieron en ese preciso instante, creo que supe guardarlas durante un rato, pero escaparon más adelante en contra de mi voluntad. Y también lo hicieron después, en varias ocasiones, hasta que llegó el momento en el que ella secó la última de mis lágrimas -de esa noche, al menos.  Desde ese instante, empecé a actuar como si nada pasara durante el resto de nuestro encuentro, que duró hasta el beso de la despedida -siempre el más dur