Ir al contenido principal

To my tulip girl ♥

Comenzar a escribir siempre me resulta algo complicado porque no sé muy bien cómo hacerlo ni qué palabras emplear, así que lo haré lo mejor que pueda.

Bien sabemos que hay personas que pasan por nuestra vida durante tan solo un instante; otras alargan su estancia algo más de tiempo pero, tarde o temprano, también terminan por irse -aunque ello no significa que dejen de ser importantes para nosotros-. Pero hay otro tipo de personas: aquellas que vienen para quedarse. Y es en ellas en las que me detengo a hablar ahora. Suelo tener una buena intuición con este tipo de personas, pues las veces en las que he creído encontrarme con una de ellas he acabado acertando. Y contigo me pasó exactamente así, desde el principio supe -de algún modo- que no serías como la mayoría. Te he hablado de las personas más importantes en mi vida y creo que no me ha faltado ninguna a excepción de una: tú. 

A estas alturas ya debes -o deberías- haberte dado cuenta de que te has convertido en alguien muy importante y especial para mí. Espero de verdad ser capaz de demostrártelo. Tengo la certeza de que tú ya formas parte de ese reducido número de personas "VIP" en mi vida. ¿Que por qué lo digo con tanta seguridad? Pues, sencillamente, porque no voy a dejar que alguien como tú se limite a ser un pasajero más haciendo escala en mi vida. Porque quiero que seas uno de mis acompañantes a lo largo de este viaje del cual no sabemos cuándo será el fin. Porque eres, como ya dije, importante y especial. Puede que te estés preguntando el porqué, te lo explicaré: porque, aunque puedas no coincidir conmigo, eres peculiar, diferente del resto. En mi vida hay varias personas así -diferentes-; tú eres una de ellas, aunque no te pareces a ninguna.

Tú me aportas tantísimas y diversas cosas... Tienes la capacidad de alegrarme con tan solo una de esas preciosas sonrisas tuyas. Irradias felicidad allá por donde vas. Tus miradas y tus abrazos tan llenos de cariño son de los que más me reconfortan.  Eres una persona buena, alegre, cariñosa, risueña, simpática, divertida, inteligente, lista, sexy, tierna, desinhibida, extrovertida e inmensamente preciosa -en todos los aspectos-. Eres especial, no dejes que nadie te niegue nunca algo tan evidente como eso. Tampoco permitas que no te den la importancia que te mereces porque vales mucho, muchísimo; demasiado como para que pierdas el tiempo con personas que no sepan verlo. Te pido por favor que no cambies porque "If perfect's what you're searching for, then just stay the same".

Desde el momento en el que nos conocimos hasta ahora, hemos entablado una amistad que sólo parece ir en aumento, y que espero que así siga. La que tengo contigo es una amistad diferente a muchas de las que he tenido y se encuentra en un nivel distinto porque pocas personas comparten conmigo este nivel de confianza y cariño. Por ello, puedo decir que esta es una de las amistades más importantes que he tenido hasta ahora y quiero darte las gracias por hacer que así sea. Gracias por muchas cosas. Gracias por esos momentos en los que has estado ahí para mí. Gracias por las veces en las que me has escuchado y por aquellas en las que me alentabas con tus palabras y consejos. Gracias por tenderme tus brazos y dejar que llorara en silencio envuelta en ellos. Gracias por las lágrimas que me has secado y por las sonrisas que me has sacado. Gracias por las sonrisas, besos y abrazos que me has regalado. Gracias por los almuerzos, cenas, tés, copas y fiestas. Gracias por los paseos, pelis y risas compartidas. Gracias por todos y cada uno de los momentos vividos contigo y también por todos aquellos que están por venir -incluso los malos, porque si es junto a ti, todo vale la pena vivirlo-. Y, sobretodo, gracias por tratarme siempre de la manera en la que lo haces, pues consigues que en muchas ocasiones me sienta especial.

Quiero que sepas y tengas muy presente que me encontrarás a tu lado cada vez que lo necesites; ya sea para llorar o para reír; para escuchar o para hablar; para, simplemente, permanecer callada a tu lado o para aconsejarte. Para absolutamente todo lo que quieras ahí estaré.

Han sido tantas las cosas que he querido decirte que estoy segura de que alguna se me habrá quedado en el tintero -aunque no lo parezca con el tocho que he escrito-, pero siempre podré decírtelas en otro momento. Por ahora me dejo ya de tanta palabra, creo que hasta el momento los actos han hablado por sí solos, tanto por tu parte como por la mía. Solo quería dejarte bien claro lo que significas para mí -y espero haberlo conseguido- y que tengas constancia de que todo esto no es más que un modo más extenso de decirte que
TE QUIERO.



Comentarios

Entradas populares de este blog

Relatos cortos...√

Que de la longitud no depende la valía de un relato lo sabemos bien. Que nuestro relato lleva escritas apenas unas pocas líneas, también. Que del futuro no sabemos nada estamos seguras, pero lo que sí sé yo es que quiero caminar a tu lado convirtiendo este pequeño relato en una novela de cientos -o miles- de páginas; páginas que iremos escribiendo con cada paso que demos, porque quiero descubrir qué me depara esta historia que, hasta ahora, no ha dejado de emocionarme.

Mi bailarina de emociones...√

Y de pronto me hallo pensándote sin saber siquiera que te encontrabas danzando por aquí, por mi cabeza; sin saberte la bailarina protagonista del escenario de mi memoria, aquella en la que sigilosamente has creado un refugio que crece más y más, y que va proyectando tu imagen a su antojo. Te has convertido en esa hermosa bailarina de emociones que aparece y desaparece intermitentemente llevándose todos mis pensamientos para llenarlos de ti. Y entonces, al pensarte, te recuerdo. Te recuerdo y vuelvo a sentirte. Vuelvo a tocarte. Vuelvo a besarte y a acariciarte. Vuelvo a sentir mariposas flotando en mis entrañas. Y ahí aparece de nuevo el ansia por verte; el echarte de menos; el anhelar tus labios y el calor de tu presencia.

*¿Iguales? Lo dudo mucho.

Nunca me había dolido tanto que me compararan con alguien a quien ni siquiera conozco, y mucho menos el que me dijeran las palabras "son iguales", palabras que sé, con absoluta certeza, que no son ciertas. De haberme hallado bajo la luz de los focos, ese dolor habría sido claramente palpable en mi mirada. No habría sido capaz de esconderlo, me encontré totalmente desarmada y desprovista de todo disimulo en esos momentos.  Mis nervios me fallaron. Aguanté las lágrimas, pero algunas rebeldes afloraron a pesar de mi resistencia, no recuerdo si lo hicieron en ese preciso instante, creo que supe guardarlas durante un rato, pero escaparon más adelante en contra de mi voluntad. Y también lo hicieron después, en varias ocasiones, hasta que llegó el momento en el que ella secó la última de mis lágrimas -de esa noche, al menos.  Desde ese instante, empecé a actuar como si nada pasara durante el resto de nuestro encuentro, que duró hasta el beso de la despedida -siempre el más dur